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Mostrando entradas de octubre, 2018

LA BAMBA - (REMIX - 2017) - LOS LOBOS

Insomnio y palabras gastadas.

Vuelvo a ese sitio donde siempre te encuentras. Casi siempre en sueños. Te veo y me ves. Siento el pulso latir. Es cuestión de tiempo. Miradas, roces. Estamos equivocados. El tiempo se hace eterno. Fuente rabia. Pero esta vez no. Todo lo que nos separa es mucho. Pero se desvanece por un instante. Detrás de una puerta atrancada tu boca. La de siempre. Hace estallar el látigo. Latido. Tu cuerpo se enjabona. La realidad se resquebraja. Me toco el pecho y la orden llega. ¡Alto!. Mi flaqueza, donde antes fallaba es ejecutada. Justo a tiempo despierto. Y todo ha salido al revés. Insomnio. Alerta. Llegar a ti. O acabar conmigo. Las dos. Las tres. Te felicito el octubre. Torrente de ideas falsas. Otra puerta se abre. La que nunca da. Imploro. Y esta vez sí. Generosa me arrulla. Te engaño contigo en mente. Ironía. Y descanso. Tampoco lo pasé tan mal por venir y acercarte tanto sin darme nada. O sí.

Gilda 1946 film noir - I Hate You Too scene (Yo Tambien Te Odio)

Federico García Lorca. Romancero gitano. La casada infiel.

Y que yo me la llevé al río  creyendo que era mozuela,  pero tenía marido.  Fue la noche de Santiago  y casi por compromiso.  Se apagaron los faroles  y se encendieron los grillos.  En las últimas esquinas  toqué sus pechos dormidos,  y se me abrieron de pronto  como ramos de jacintos.  El almidón de su enagua  me sonaba en el oído,  como una pieza de seda  rasgada por diez cuchillos.  Sin luz de plata en sus copas  los árboles han crecido,  y un horizonte de perros  ladra muy lejos del río.                                     · Pasadas las zarzamoras,  los juncos y los espinos,  bajo su mata de pelo  hice un hoyo sobre el limo.  Yo me quité la corbata.  Ella se quitó el vestido.  Yo el cinturón con revólver.  Ella sus cuatro corpiños.  Ni nardos ni caracolas  tienen el cutis tan fino,  ni los cristales con luna  relumbran con ese brillo.  Sus muslos se me escapaban  como peces sorprendidos,  la mitad llenos de lumbre,  la mitad llenos de frío.  A