Soñé contigo esta noche: Te desfallecías de mil maneras Y murmurabas tantas cosas... Y yo, así como se saborea una fruta Te besaba con toda la boca Un poco por todas partes, monte, valle, llanura. Era de una elasticidad, De un resorte verdaderamente admirable: Dios... ¡Qué aliento y qué cintura! Y tú, querida, por tu parte, Qué cintura, qué aliento y Qué elasticidad de gacela... Al despertar fue, en tus brazos, Pero más aguda y más perfecta, ¡Exactamente la misma fiesta! Paul Verlaine Versión de Víctor M. Londoño